Espacio de conexión

Autora: Cecilia Montaña

      Desde muy joven me gusta escribir. Quizás empecé a hacerlo porque en aquel momento necesitaba entender mis miedos y dificultades y no sabía cómo expresarlo. Recuerdo que escribir me tranquilizaba; siempre fui hiperactiva, hice gimnasia, básquet, voleibol, corro, hablo rápido, y por lo general, me cargo de muchas obligaciones que cumplo en un tiempo récord. Escribir me permitía hacer una pausa, y conectarme con mis pensamientos en un espacio íntimo de paz.

      A los dieciséis años, cuando la orientadora del colegio me hizo el test vocacional, el resultado del estudio estuvo más relacionado con el área científica que humanística, y la verdad, para esa época donde casi nadie sabe lo que quiere hacer el resto de su vida, yo quería salvar al mundo, un pensamiento muy abstracto como para identificar mi orientación profesional. Pensé en estudiar medicina, pero luego, por cosas de la vida, terminé en la facultad de odontología, salvando a los pacientes de sus dolores bucales.

      Hace unos años, luego de emigrar, la vida me obligó a hacer una pausa para pensar que quería hacer, entonces me permití asistir a mi primer taller de escritura creativa. Allí se me abrió el mundo y más que salvar al planeta, me salvé a mí misma y con la ayuda de mi terapeuta, comencé a indagar cómo redimensionar mi vida para lograr sobrellevar la ola y aquí estoy, en este proyecto que es el resultado de mi experiencia como madre de Emiliana, mí proceso psicoanalítico, y la vivencia de haber emigrado. Todos tenemos una historia. Te invito a contarme la tuya!

Bienvenidos a este espacio de reflexión.